No es una metáfora, estamos todos confrontando la misma situación. La pandemia, como señala su definición, encuentra a cada rincón del planeta expectante y con sombra de miedo. Gota a gota, cada región, país, ciudad, pueblo y persona profundizan la dimensión de esta crisis en sus conciencias. Y como en una secuencia de slow motion,1 cada uno empieza a reaccionar a ritmos propios y posibles, aunque la demanda es: ¡ya!
Los sistemas de educación dejaron a un costado los debates. No es posible seguir defendiendo los espacios de confort o los de innovación. Hay o no posibilidad de circulación, transferencia, colaboración, comunicación; no hay modalidades: hay educación (o no).
En escasos días, profesores, directivos, gestores han dejado convicciones personales para hacer uso de los recursos que provee la digitalidad. Los de su institución, los gratuitos disponibles en la Web, los que alguna vez (o nunca) utilizaron.
Publicado en ForoAlfa, abril 2020 --> leer texto completo
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